El Prestige fue el buque insignia de The Marmalade Company.
En un principio no estaba pensado para la guerra, pero conforme The Marmalade
Company iba creciendo como empresa, fue añadiéndole más y más mejoras y cuando
descubrieron el poder devastador que entrañaban las naranjas y su mermelada,
decidieron añadir cañones y demás armas “pa ver que tal”.
Fue destruido por un grupo desconocido (entre los cuales
había un ruso que más tarde fue capturado por los Galegans) y esa es la razón
por la que resulta tan complicado investigar sobre dicho barco.
Pocos detalles se conocen acerca de esta maravilla de la
ingeniería naval. Pero con nuestra ardua investigación hemos conseguido
recopilar algunas piezas que nos ayudan a imaginar cómo era el Prestige:
Tenía un sistema de torpedos con cuerda de manera que tras
dispararlos, podían recuperarlos si no acertaban.
Su radar, a pesar de ser muy potente, rápido e inteligente,
iba a pedales, por lo que era necesario que algún tripulante estuviera
pedaleando todo el día (probablemente algún cadete)
Sin embargo, las cámaras frigoríficas, donde guardaban las
naranjas, eran alimentadas por unas pilas super-potentes que hacían que dichas
cámaras estuvieran en funcionamiento durante más tiempo del que podía estarlo
una Game-Boy-Ladrillo. Por lo demás, estos almacenes simplemente eran sitios donde hace
mucho frío, tanto que incluso el pingüino terrorista que capturaron cuando
viajaban cerca del mar antártico (aparentemente siempre tuvieron muchos problemas con los pingüinos terroristas al navegar por esas aguas) se quejaba todas las noches de los putos
catarros que cogía (según comenta el cuaderno de bitácoras casi destrozado del
capitán)
Por otra parte, la tripulación era de lo más variopinta:
Había un grupo de criminales porretas que tenían que
trabajar gratis para su reinserción en la sociedad.
Había un pequeño grupo de frikis cuyas madres les habían
obligado a trabajar allí porque no soportaban que estuvieran todo el día en
casa encerrados jugando al WoW, a la maquinita y escribiendo Blogs de mierda.
Luego estaba el grupo de los chungos (los que petaron el
barco) del cual no se sabe demasiado, solo que el ruso echaba de menos al vodka
y todas las noches lloraba cuando bebía un vaso de agua y luego gritaba “Почему
не водка?”. Por lo último que hemos descubierto, deducimos que dentro de este
grupo también había un tipo muy muy vago que murió de hambre porque la comida
estaba muy lejos, un enano con muy mala hostia que se cabreaba por todo, algún
tipo de filósofo colgado que se las pasaba apuntando todo lo que se le pasaba
por la cabeza y que tenía una obsesión exagerada de escribir su nombre en todas
partes y muchos otros tipos extraños.
Y por último, el Capitán Willy Sailornoob, que en realidad
no tenía ni puta idea de navegar (de hecho el título de capitán lo ganó en una apuesta) y todo lo tenían que hacer los demás. Eso sí,
por lo que parece, el cabrón era un pozo sin fondo cuando se trataba de comer y
beber.
Poco más hemos conseguido descubrir con las escasas pistas
que quedaron flotando a la deriva. Solo algunos cuadernos y diarios estúpidos y
algunas revistas guarras de los tripulantes.
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