domingo, 21 de abril de 2013

el vasallaje de Francia


Mientras duraban la Operación Calor y las Campañas Rusas, los Galegans tuvieron que aguantar los ataques de los incansables franceses. Todos los martes por la mañana, nuevas tropas francesas cogían un transbordo en la frontera e iban en tren hacia Galicia parando, eso sí, en algunos pueblos para pasar la noche, ya que dormir dentro de los trenes les parecía algo demasiado duro. Con razón tardaban casi una semana en llegar hasta sus campamentos a las afueras de las tierras Galegan.

Los Galegans no habrían resistido mucho tiempo  esta situación de no ser por sus alianzas con las comunidades del norte, o mejor dicho, por el propio asco que le tenían estas comunidades a los franceses:
No soportaban ver como todas las semanas cientos de “Gabachos mariquitas” venían a sus pueblos y se quedaban por allí a dormir o reabastecerse. El 19 de Febrero, Galicia, el País Vasco, Navarra, Cantabria y Asturias decidieron aunar fuerzas para librarse de esos pesados y así formaron la Coalición Nórdica Española o CNE para abreviar. Dicha alianza en un principio no parecía tener mucha importancia, pero poco a poco comenzó a jugar un papel muy importante en la guerra.

De esta manera, las comunidades que formaban la CNE no tardaron demasiado en comenzar con sus variados sabotajes que variaban dependiendo de la zona en la que se encontraran, pero que siempre aprovechaban al máximo sus habilidades:

En navarra trataban de aparentar que no hacían absolutamente nada y cuando los franceses se aburrían hasta el punto de ponerse a pintar cuadros raros y bajaban la guardia, les soltaban un toro dopado con toda la mierda que se le podía meter (más incluso que la que se metía el amiguete Amstrong) para que les reventase a ellos, al tren (que se había contaminado con cosas de gabachos tales como boinas y queso) y a sus descendientes.

En el País Vasco, simplemente traían sus sillas al lado de donde estaba el tren y jugaban a ver quién lo tiraba más lejos de un soplido. Más tarde, cuando los franceses se montaron en trenes blindados, tuvieron que modificar un poco su estrategia y hacer el amago de empujar para que el tren, acojonado por lo que le podría pasar, se apartara tratando de esquivarles y acabara descarrilando.
he aquí un Vasco que se despertó temprano para esperar al tren, también se puso elegante para la ocasión (probáblemente fuera su primera vez). Está leyendo  Euskera's magazine, la revista de records más famosa del País vasco y con las recetas más insospechadas que podáis imaginar.



En Cantabria mermaban su resistencia con cánticos típicos de la zona causándoles un fuerte dolor de cabeza e incluso haciendo que estallaran algunas cabezas

Y finalmente en Asturias, cuando los gabachos cansados del sabotaje pedían algo que comer para recuperar sus fuerzas, les servían una buena ración de Fabada-Super-Especial que aparte de picar mucho y destrozar las gargantas afeminadas de los franceses, hacía que ellos mismos se gasearan cuando se volvían a montar al tren.

Con todo esto, los franceses que llegaban a sus campamentos no se encontraban ni física ni psíquicamente capaces de atacar.
Al cabo de unos meses, el ejército francés no disponía de efectivos para atacar ni tampoco para defenderse. El 16 de Agosto los gabachos fueron completamente expulsados de las tierras de la CNE.

Después de esto, los Vascos construyeron una muralla con "palitroques" (como ellos los llamaban) en las vías de tren que estaban en la frontera para que los franceses no pudieran venir en dicho transporte a tocar las redondas ni tampoco pudieran descubrir sus planes.
Vasco contemplando la muralla, satisfecho con su trabajo arquitectónico. Después de que la foto fuera tomada se volvió a su casa y de camino, se comió crudo a un elefante que encontró. Obviamente, Paco Letrinas, el dueño del zoo así como mafioso conocido de un barrio de Navarra, le descubrió y se pasó media vida persiguiéndolo, pero esa es otra historia.

Pero los franceses, insistentes como siempre, construyeron miles de aviones a pedales (porque así eran más baratos) y realizaron continuos bombardeos de naranjas continuando con la estrategia de sus aliados "The Marmalade Company" la cual, recuperó suficientes fuerzas como para volver a la carga con sus antiguos barcos y con un nuevo armamento: las catapultas (que tiraban básicamente naranjas, mermelada de naranja y algún kiwi para despistar).

Por desgracia para el bando francés, la CNE estaba preparando una estrategia devastadora con la cual llevarían a cabo una maniobra definitiva que les daría indudablemente la victoria. Lo único que debían hacer era resistir un poco más y ceñirse al plan.

No pasó mucho tiempo hasta que, el conocido día C, la CNE liberó su ataque imparable en el sur de Francia. La operación “Cabronada ”(consultar la sección de tácticas de guerra) se llevó a cabo, arrasando por completo con el sur de Francia.


Cuando apenas habían conquistado un par de territorios, los franceses no pudieron hacer otra cosa que cumplir su papel como llevaban haciéndolo en el resto de guerras: rendirse y pedir ayuda a los ingleses. Estos últimos, en principio no pretendían apoyar a los franceses, pero cuando se dieron cuenta de la cantidad de pescado (sin importar el mal estado) que podría conseguir si conquistaran Galicia para hacer sus “fish and chips”, accedió sin pensárselo dos veces.
Además, teniendo a The Marmalade Company de aliado, les podrían proporcionar tostadas de mermelada de naranja, perfectas para la hora del té.

Como es obvio, cuando la noticia de que los ingleses entraban en la guerra llegó a los galegans y en general a los miembros de la CNE, les importó una mierda.
De esta manera, los Galegans, desoyeron cualquier advertencia de los ingleses hasta conquistar media Francia y convertir a los gabachos en sus vasallos y no mucho más tarde, cambiar el antiguo nombre de dicho País por Gabacholandia.

El problema fue cuando se enteraron de que querían su pescado para hacer toneladas y toneladas de sus “fish and chips”.
Los Galegans juraron ante el monumento a su antepasado, libertador y fundador Gaelix Vieira Galegan (el cual, murió peleando contra Bogavantus, el rey de los bogavantes, por la supremacía del mar de Galicia) que jamás dejarían que sus peces cayeran en las manos impuras de los ingleses y mucho menos si lo que pretendían hacer era convertirlo en “fish and shit”

Con lo cual, Galicia se tomó en serio la declaración de guerra de Inglaterra y así comenzó una lenta y dolorosa campaña naval entre ambos bandos, sin olvidar que The Marmalade Company seguía ahí, aunque un poco ausente.

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